La casa del páramo
En el páramo hay una sola casa. Un hombre y un mujer discuten, de ella nacerá un hijo que vivirá en la casa del páramo. Sus otros hijos juegan con un perro en el páramo, junto a la casa.
La mujer pare una niña muy pequeña, el hombre pasa todo el día lejos de la casa del páramo, trabajando. La comida no es suficiente para la madre y su leche tampoco lo es para su hija.
Fue el hombre quien enterró a la niña a pocos metros de la casa del páramo. El perro escarba la tierra buscando el cadáver.
Al leer estas líneas lo que más llama la atención es si los habitantes de la casa tenían vecinos cerca. Podemos vivir aislados, pero necesitamos ver a los demás. Quizás parece más trágico estar separado del mundo que sufrir lo que todo el mundo sufre: perder a los seres queridos.
En el páramo no vive nadie. Ni siquiera hacen falta fantasmas.