Cogiendo aliento

Hace mucho tiempo que no estoy por aquí.

No es por olvido o falta de ganas. Me acuerdo mucho de vosotros y varias veces he hecho el intento de retomar este espacio al que le guardo tanto cariño.

Cogiendo aliento 1

Pero después de mi último artículo era incapaz de hilar más de dos palabras seguidas. De darle forma a un pensamiento por escrito, a un sentimiento. Estaba en dique seco. Vacié las entrañas ante un zarpazo de la vida que dolió en lo más profundo de mi ser y del que he necesitado todo este tiempo para empezar a coger aliento.

Pasan por mi mente imágenes,
recuerdos, emociones y sensaciones

Ahora viajo camino de Alicante, donde rodé mi primera película y donde estaba Ella esperándome a la llegada. Y mientras visualizo esa estación en la que ya no me la encontraré, pasan por mi mente imágenes, recuerdos, emociones y sensaciones…

cogiendo aliento 2Y me siento profundamente afortunada. Por haberla tenido, por haber aprendido de ella, por haber tenido su cariño y por, de alguna manera, seguirlo teniendo. Yo lo siento.

Hoy vuelvo a Alicante a trabajar. Vamos a Elda con la obra de teatro con la que llevo casi un año: “TRE-MENDAS“. Llegaré a la estación y nadie la verá más que yo. Y estará en el patio de butacas, en primera fila, como cada función. Me agarrará la mano y me empujará al escenario. Me empujará a la vida. A sentir, a amar, a querer, a reír, a disfrutar. A vivir. Y es que sigue haciéndome regalos y enseñándome a diario.

Llego a casa y me doy cuenta: La cocina sigue oliendo a lentejas y nunca dejará de hacerlo.

Ya no tengo miedo.

 

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