Martirio: Camuflaje desnudo

Entrega. Esa sensación de que se va la vida en ello y que no puede ser de otra forma. De que si uno no se da en cuerpo y alma, con el corazón en la mano y las entrañas asomando, nada tiene sentido.

MartirioMartirio, que como ella misma ha contado, se puso ese nombre porque en hebreo significa testigo y ella se siente testigo de la época en la que vive. No es tarea fácil a la que se ha encomendado. Pero ni Maribel ni Martirio son amigas de lo fácil. Son hermanas de la verdad, de la entrega, del amor, del arte, de la pasión.

Recientemente han estrenado un fantástico documental sobre su trayectoria realizado por José Sánchez Montes. Boquiabierta/o. Perpleja/o. Muda/o. Única. Grande. Genia. Estas son sólo algunas de las expresiones y calificativos que se escuchan después de ver el documental sobre la vida de Martirio.

A la mayoría, como a mí, les cuesta encontrar las palabras exactas para definir a la artista. Pero también para definir el cúmulo de sentimientos que se te remueven por dentro. En una bipolaridad maravillosa, te lleva de la risa al llanto sin medida. A su antojo.

Pocas personas tienen el don
de provocarte un llanto sanador

Pocas personas tienen el don, como dijo ella de la gran Chavela Vargas, de provocarte un llanto sanador. Y es que con muchos de sus temas se llora. Se llora hondo y profundo. Pero es un llanto que, lejos de provocarte tristeza, cura y da fuerza. Con Martirio no solo se llora. También ríe uno a mandíbula partida.

Martirio y Lucía ÁlvarezNo me voy a extender dando datos. Comprobarlo es fácil. Sólo hay que ir a un concierto suyo y dejarse llevar. Si recorremos su trayectoria, nos damos cuenta de que es moderna, transgresora y sí, a la vez, clásica. Mezcla difícil y única. Porque Martirio se mueve en sentimientos. Coge la esencia, la exprime y la hace suya. Y eso es un acto de valentía. Valiente… Otro adjetivo que va unido a ella.

Podría seguir escribiendo mucho rato, pero me quedo con eso de que “Una imagen vale más que mil palabras” y prefiero que el resto lo conozcáis de primera mano. Con ella. Yo, personalmente, después de todo este viaje, puedo reafirmarme en lo que decía al principio: Entrega. Entrega absoluta de corazón, cuerpo, mente y alma a un oficio, a una manera de hacer, a una manera de sentir, a una honestidad. Al arte.

Con toda la verdad. Y con un profundo amor.

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1 comentario

  1. Qué bonito y merecido homenaje
    le haces a esta gran artista y mujer.
    Solo añadir que al ver el documental
    entendí que su historia es realmente
    Imprescindible para entender lo
    sucedido en los últimos 30 años con los
    “Cantes de ida y vuelta.”

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