Emma Cohen: un ser libre

Hay noticias que te ponen el cuerpo del revés. Noticias que a la cabeza le cuesta asimilar. Noticias ante las que el corazón, lejos de ayudarla a ese trabajo, comienza a revivir emociones, situaciones, anécdotas, que hacen ese cometido totalmente imposible.

Emma CohenSupongo que eso es la eternidad: que la gente te reviva.

Así estoy desde que me enteré de la noticia del fallecimiento de Emma Cohen. Me cuesta encontrar las palabras que definan los sentimientos, los recuerdos, las imágenes que se me agolpan.

Emma era una de las personas más cultas que me he encontrado nunca. Había estudiado mucho, investigaba mucho para cada trabajo que hacía, había vivido, compartido, escuchado y visto mucho. Y, sobretodo, se divertía mucho haciéndolo.

Esa es una de las enseñanzas valiosísimas que me deja: la diversión. Hacerlo todo con la máxima rigurosidad, con toda la entrega, las ganas y el respeto por el trabajo bien hecho. Pero divirtiéndose. Porque la diversión es el ímpetu, la curiosidad, el descubrimiento, la frescura.

Fuiste un ser libre
El único que he conocido

He trabajado mucho con Emma. He compartido años enteros empalmando proyectos – y vida – que previamente pergeñabamos juntas. Gracias a ella pude hacer trabajos muy joven que ni siquiera imaginaba. Me enseñó a atreverme, a tener valor, a arriesgar, a jugar. A tirarme a la piscina a manos llenas. Que los pudores sólo sirven para cortar las alas. Y si esa enseñanza es oro como actriz, es diamante si consigues aplicarlo a la vida.

Emma Cohen y Lucía ÁlvarezEmma siempre me animaba a escribir. Yo me resistía. Y ella insistía en que acabaría tocando varios palos y que eso enriquecería mucho mi vocación, que sumar enriquece.  Yo, entonces, me sentía incapaz de juntar dos letras. Y consiguió, que, incluso, escribiera ponencias para la universidad.

Así que aquí estoy, Madre, (al final el cine se perdió ese tándem madre-hija. Pero sobretodo me lo perdí yo) escribiendo. Con nuestros potenciadores de energía secretos colocados en las rodillas buscando la fuerza para quedarme con todo lo bueno. Que fue mucho.

Me gustaría tanto que lo leyeras…

 

P.D: Lo conseguiste. Fuiste un ser libre. El único que he conocido.

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1 comentario

  1. Sólo una sensibilidad extraordinaria como que la que caracteriza a Lucía Alvarez podía reflejar tanta emoción, cariño y lealtad al ser extraordinario que fue Emma Cohen.

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