Derecho a soñar

Voy a hacer un descubrimiento mágico. Un descubrimiento que, al menos en los patios de butacas de los teatros, va a salvar muchas vidas.

¡Atención! Chan, Chan, Chaaaaaaan: Han inventado unas cajas con caramelos dentro… ¡sin papel! Como lo oyen. Increíble pero cierto. Llevan años en el mercado, pero imagino que mucha gente aún no tiene conocimiento de su existencia, por eso sigo escuchando en los patio de butacas el fatídico ruido que hace una persona al desenvolver un caramelo…

derecho a soñarTener tos no se puede evitar. Ya quisiéramos en muchas ocasiones…  Pero, gracias a este gran hallazgo, atronar el oído de la persona de al lado sí. (Por no citar a las personas del escenario, para qué…)

Háganme caso y seguro que, al menos de pensamiento, les salvaré más de una vez la vida a usted o a sus familiares. Y ya puestos… propongo a los dueños de los teatros que pongan inhibidores de señal móvil. Porque, seamos sinceros, si uno tiene una urgencia de verdad, de esas en las que no se puede separar del móvil, no va al teatro. (Ni casi, en estos casos, a ningún sitio. Por motivo obvios.)

Afortunadamente no es una circunstancia que se nos presente muy a menudo. En cambio todos los días suena algún teléfono en algún patio de butacas, suena la vibración de otros muchísimos más y lo más inaudito (aún lo viví ayer como espectadora) hay gente que se dedica durante la función a enviar mensajes rompiendo con la luz de su pantalla el clima de la función para todas las personas sentadas alrededor.

Ir al teatro es un
momento único para soñar

Todo esto no lo digo desde el enfado, ni mucho menos. Casi, si me apuran, desde la tristeza. Porque la comunicación es importantísima y muy necesaria. (Yo misma estoy escribiendo estas líneas desde mi teléfono móvil) pero, por favor, que eso no nos arranque la conexión con nosotros mismos.

Ir al teatro es un momento único para soñar, reflexionar, volar, cuestionar, reír, dudar, sentir, vivir, valorar, descubrir. El teatro es un lugar mágico y sagrado donde todo puede suceder. Tenemos la inmensa suerte a través de él de, al menos por un rato, vivir otras vidas, otras épocas, otras personas, otras historias.

Así que hagámonos un favor mutuo: juntemos nuestro respeto con nuestra buena energía y llenemos los patios de butacas en silencio.

ATREVÁMONOS A SOÑAR.

Imprimir artículo Imprimir artículo

Comparte este artículo

1 comentario

  1. Molestísimas as luces das pantallas dos móbiles!!Cabréame moito a lixeireza das persoas que non están ao que van,asaltando a miña zona de confort-espectadora,é para mín unha falta de respecto,de”lixeireza” non admisible!!

Deja un comentario

Por favor ten presente que: los comentarios son revisados previamente a su publicación, y esta tarea puede llevar algo de retraso. No hay necesidad de que envíes tu comentario de nuevo.