El misterio

Arden mis demonios a fuego lento

en lo más alto del pensamiento

y mis manos están crispadas en otro intento

sujetando la antorcha del conocimiento

 

viajaré por la tumba de un misterio

en las catacumbas del monasterio

buscando un loco presidiario

por la senda del buen criterio

 

estará el caparazón frio de invierno

donde solo queda un tenue abrazo

esta noche cortaré el lazo

que me une desesperadamente a tu infierno

 el misterio

y maldito, el que te quiere conquistar

que no vale un murmullo perverso

y de su boca no salga jamás un verso

así fuese el dueño de toda la mar

 

en la cruz, he visto un clavo torcido

donde estuvo clavado un cautivo

lo he arrancado para un perseguido

que me lo pidió, para grabar un año vencido

 

verás pasar el tiempo, en forma de nubes

te atrapará la nostalgia, más allá de las sombras.

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