Los sesudos asesores
A Los sesudos asesores
B se sentaron en sus sillas,
B cruzaron las pantorrillas
A y empezaron sus labores.
A Llegaron los sucesores
C a preguntar por su herencia,
C algunos con más decencia,
D
D
C
A Los sesudos asesores
B se sentaron en sus sillas,
B cruzaron las pantorrillas
A y empezaron sus labores.
A Ya habían hecho los honores
C para tan magna reunión
C cuando un pequeño ratón,
D dios sabe
D
C
A Los sesudos asesores
B se sentaron en sus sillas,
B cruzaron las pantorrillas
A y empezaron sus labores.
A Salió del jarrón de flores
C que había encima de la mesa
C una mosca más tigresa
D que dama de compañía
D
C
A Tras una larga reunión
B cargada de sinsabores (discusiones)
B los sesudos asesores
A tomaron la decisión
A de prohibir el buen humor.
C Basta ya de tonterías
C exclamaron sus señorías
D sin reparar que la vida
D es mucho más divertida
C si está llena de alegrías.
A Tras una larga reunión
B cargada de sinsabores
B los sesudos asesores
A tomaron la decisión
A de prohibir el malhumor.
C Basta ya de seriedad
C decretaron sin piedad
D la vida ha de ser graciosa,
D pues la alegría es la cosa
C que da la felicidad
A Tras una larga reunión
B cargada de sinsabores
B los sesudos asesores
A tomaron la decisión
A de prohibir el malhumor.
C Basta ya de seriedad
C decretaron sin piedad,
D un poquito de locura,
D pues entre tanta cordura
C que da la felicidad
A Tras una larga reunión
B cargada de sinsabores (discusiones)
B los sesudos asesores
A tomaron la decisión
A de prohibir la diversión.
C – ¡Basta ya de tonterías!
C exclamaron sus señorías,
D – ¡Hace falta seriedad!
D Pecaron de ingenuidad,
C sus vidas están vacías