Los anillos de mi abuela
Antes iba todas las tardes al taller de mi abuela. Me gustaba verla derretir el oro para luego convertirlo en anillos. Cuando terminaba de hacer el segundo, preparaba su té y mi leche, y nos sentábamos a mirar el cielo a través de su techo de vidrio. Ella me decía que más allá del cielo había un planeta que tenía un anillo gigante, y que algún día iría a vivir allá.
Ahora sólo voy de vez en cuando a su taller, me siento a mirar el cielo y me paso la tarde entera buscando aquel planeta, pensando en todos los anillos que debe estar haciendo e imaginando que algún día me lanzará uno y entrará a través del techo.
