Frida

Y de repente, se desangró en la arena

asesinada por el puñal de la impaciencia

dejó escrito que moriría de pena

en la antesala de los cielos

no opuso resistencia al dolor

en el fatal accidente de un encuentro

se encontró de frente con los celos

que destruye los placeres del amor

playa-sol

y declaró, que le dolía muy adentro

que era un sin vivir con su ausencia

que era menester morir

y no pasar por el calvario de existir

señalada con el pulgar

como cualquier señorita vulgar

en los desordenes de la mediocridad

ella, que nunca vivió de las promesas

decidió una cuenta atrás

sorprendida por su indiferencia

cerró los ojos, en el laberinto de la crueldad.

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