Jara
Escrito por: Fernando R. A.
Como la cabra tira al monte
el hombre tira a la palabra
y habla y habla y habla, habla
huyendo en aras de su soledad.
Se desdice y baja, lleno de zarzas,
de la palabra a resaltar
para volver de nuevo atrás,
y ¡tan solo en su voz se ha de quedar!
que no hace más que abrazarla
dejándosela a otros
sin poderla recuperar,
volcándola en los ojos.
Hay así, en las miradas,
una pausa de ritmo absorto,
un asomo de sílabas dejadas
y sin embargo un tono.
Una calma que traspasa
una esperanza sin reposo,
al levantar el rostro
y encontrarla frecuentada
por ese soplo de voz volcada
al fondo de una mirada
en polvo, que se alza solitaria
revelándose en el coro.
Míralas en mi valle germinar
enraizadas entre las jaras
¿qué más me da sus faltas
si apartadas buscan claridad?
Hay un vals entre sus ramas.
¿No ves como en su torso
el agua no deja de bailar
sobre la cima donde arde todo
cayendo por la garganta?
Tanto le da al monstruo no mirar
que por el precipicio va: bla, bla, bla,
va por ahí con su blabear, ¡bah, ja!,
despeñando a la realidad, ¡ya,ya!,
haciendo de ella un cuento, bla.
Y así, escalabrando recovecos,
crea la verdad donde ha de tropezar:
la vida ciega arista encuentros,
le es igual, se escalera en lo demás
que hace de menos a sus esfuerzos
con el deshecho en flor del paladar.
Hasta que el monte baja a la cabra
y la palabra al hombre a despertar
de los sueños que va retorciendo
el tiempo en senderos de espiral;
por los que poder respirar silencios
y callar sin más: ¡andar!
paseando con el viento.
* 1º Premio categoría Poesía en el Certamen ”Picapedreros” de Poesía, Guión y Microrrelato 2017 para centros penitenciarios
