Amanda

Quizás solo sea eso

lo que te empieza a molestar

cuando sube por la escalera

la mujer altiva y todavía entera

acercándose al altar

donde la mentira cae por su peso

quizás solo sea eso

con profundo olor a incienso

rodeando al cura que te mira tenso

y tú, mirando al monaguillo

con las rodillas, de hierba verde y sin brillo

cuando te sonrojas con el primer beso

quizás solo sea eso

cuando oyes la campanilla

y una lágrima se asoma a tu mejilla

tal vez te oprima el silencio

al recordar el pasado

de la cárcel de papel, donde estuviste preso

quizás solo sea eso

lo que te lleve avergonzado

en una noche de estrellas en el espacio

durmiendo a la intemperie

entre las hojas marchitas del sueño

con el estuche cuadrado que viene de serie

y la manta podrida que tapa tu sexo

noche-estrellas-cieloastur

quizás solo sea eso

la cara del niño que sonríe

viendo a la madrina con el moño

o al padrino, ligeramente borracho

en un atardecer triste de otoño

donde se paran las agujas del reloj del techo

quizás solo sea eso

el impulso de la necesidad de cariño

o la ira contenida en el rictus de la educación

con la mirada puesta en aquel muchacho

cuando se iba a la estación

pensando en una vía sin final

a pesar de estar envuelta en un manto espeso

quizás solo sea eso

como hacer de tripas, corazón

cuando te ves en un fangal

y nadie se da cuenta que se te escapa el alma

y todos te palmean la espalda

diciendo: tranquilo, aún rueda la noria

quizás solo sea eso

que me enamoré en un exceso

y ahora me duele una pena

escondida en el fondo de mi memoria

la que siempre fue mi condena

el adiós mentiroso, de un poseso.

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