A 100 años de un Nobel Otto F. Meyerhof (1ª parte)

Otto Fritz Meyerhof fue un médico alemán y un destacado fisiólogo y bioquímico del siglo XX. Nació el 12 de abril de 1884 en Hannover, en Theaterplatz 16A (ahora: Rathenaustrasse 16A). Su familia trasladó su domicilio a la capital, Berlín. Estudió en el Wilherlms Gymnasium. Tuvo una formación muy completa influido en parte por su familia judía. Conoció a fondo la filosofía de Kant y la de Nelson. Publicó en la revista Abhandlungen der Friesschen Schule, de la que también fue editor. Se interesó además por la arqueología, la historia, el arte y la literatura, en las que estuvo interesado hasta el final de sus días. Entre sus poetas favoritos figuran Goethe y Rilke. Tras el fallecimiento de su esposa se descubrieron una serie de poemas escritos por él.

Después de los estudios secundarios comenzó los de medicina en la Universidad de Berlín, que continuó en la Universidad de Estrasburgo y en la de Heilderberg. En 1909 se graduó en medicina con una tesis sobre de contenido psiquiátrico y se dedicó durante un tiempo a la psicología y la filosofía, publicando un libro titulado Beiträge zur psychologischen Theorie der Geistesstörungen (Contribuciones a la teoría psicológica de los trastornos mentales) y un ensayo sobre Goethes Methoden der Naturforschung (Métodos de investigación científica de Goethe).  Interesado en temas psicológicos y psiquiátricos, en 1910 publicó una versión ampliada de su tesis y la obra Über Goethes Methode der Naturforschung. Fue un gran conocedor de los escritos científicos de Goethe. Sus observaciones y descripciones, señala, son excelentes, pero cuando contradijo las leyes de Newton perdió el enfoque. No obstante, creía que el objetivo de Goethe quería trascender el mero estudio científico de la naturaleza. En Heilderberg se encontraba Ludolf von Krehl (1861-1937), uno de los principales representantes de la investigación básica. Con él estaba Otto Heinrich Warburg (1883-1970), el bioquímico más brillante del siglo XX, cuyos trabajos impresionaron a Meyerhof. Éste había investigado el mecanismo molecular de la respiración celular y la oxidación en células cancerosas y en los huevos del erizo de mar. Este tipo de estudios sedujeron a Meyerhof y lo condujeron a dedicarse a la fisiología. Su principal contribución fue comprobar que si la contracción muscular se produce en presencia de oxígeno, la glucosa se trasforma en ácido láctico y este, por la presencia del oxígeno, en anhídrido carbónico y agua.

Otto Meyerhof en el laboratorio

Otto Meyerhof en el laboratorio

En 1912, Otto Meyerhof se trasladó a la Universidad de Kiel, donde recibió una cátedra en 1918. En 1929 se le pidió que se hiciera cargo del recién fundado Instituto Kaiser Wilhelm para la Investigación Médica en Heidelberg, cargo que ocupó hasta 1938. En 1938 las condiciones se volvieron demasiado difíciles para él y decidió abandonar Alemania. De 1938 a 1940 fue Director de Investigación en el Institut de Biologie physico-chimique de París, donde fue apoyado financieramente por la Fundación Josiah Macy, Jr. Luego se trasladó a los Estados Unidos en 1940, donde fue nombrado profesor invitado en la Universidad de Pennsylvania en Filadelfia. En reconocimiento a sus contribuciones en el estudio de la glucólisis, esta ruta bioquímica de reacciones en eucariotas se conoce como vía Embden-Meyerhof-Parnas [1]. Desde 1924 hasta 1929 fue profesor del Instituto de Fisiología de Berlín, y entre 1930 y 1938 trabajó en la Universidad de Heidelberg. De origen judío, en 1938 huyó a Francia, escapando de las persecuciones del nazismo [2]; dos años después, cuando Francia cayó bajo el dominio alemán, Meyerhof se trasladó a los Estados Unidos, donde residiría hasta su fallecimiento a los 67 años.

A principios del siglo XX las principales aportaciones a la bioquímica fueron consecuencia de la aplicación de los métodos de la química orgánica al estudio y propiedades de los compuestos biológicos. Un buen ejemplo lo constituye la obra del Premio Nobel de Química (1902) Emil Fischer (1852-1919) sobre la química de los azúcares, las grasas y las proteínas. Pudo aislar cierto número de compuestos orgánicos relativamente sencillos y sintetizarlos después. Más lento fue el desarrollo del conocimiento sobre lo que sucede con estas sustancias en el organismo vivo, sus transformaciones y reacciones, y la búsqueda de la relación entre los cambios químicos y los procesos fisiológicos. La segunda mitad del siglo XX estuvo ocupada fundamentalmente por el estudio de la naturaleza química de los enzimas y mecanismos de las reacciones enzimáticas.

El tema central de las investigaciones de Meyerhof fueron los procesos de respiración en el interior de la célula, la fisiología del trabajo muscular y las bases moleculares de la fermentación alcohólica. Fruto de estas investigaciones fue la concesión del premio Nobel de Fisiología y Medicina que compartió con Archibald Hill en 1922, «por sus descubrimientos acerca de la relación entre el consumo de oxígeno y el metabolismo del ácido láctico en el músculo»’ y sobre la producción de calor en los músculos.

 

[1]          Jakub Karol Parnas , también conocido como Yakov Oskarovich Parnas (en ruso : Яков Оскарович Парнас ) (16 de enero de 1884-29 de enero de 1949) fue un destacado  bioquímico-judío-polaco – soviético que contribuyó al descubrimiento de la vía Embden-Meyerhof- Parnas, junto con Otto Fritz Meyerhof y Gustav Georg Embden. El principal trabajo de Parnas fue el estudio de los mecanismos del metabolismo de los carbohidratos en el tejido muscular. Junto con Władysław Baranowski, descubrió el proceso de fosforólisis. Parnas también hizo una importante contribución al análisis teórico de la glucólisis.

[2]     En junio de 1940 cuando los nazis invadieron Francia, tuvo que huir de París. Conduciendo con su familia a Toulouse, se hizo amigo de la Facultad de Medicina allí, pero la fuga se volvió esencial y siguió una trágica huida. Finalmente, con la ayuda del Comité de Servicio Unitario, llegó a España y finalmente, en octubre de 1940, a los Estados Unidos, donde la Universidad de Pensilvania y la Fundación Rockefeller le habían creado el puesto de Profesor de Investigación de Química Fisiológica.

 

Javier S. Mazana
Elena A. Mazana Ariño

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