Una mano

Escrito por: Manuel V.

 

Una mano paciente me puso donde estaba, otra

mano que me juzgó, me ha desorientado y me

mandado a cuidar el polvo y el olvido.

Porque muerto no estoy, solo apartado.

Un rincón me protege y sufro su rutina,

el silencio medido, la voz sesgada.

Nadie me acompaña.

mano

El cerrojo me despierta,

nadie me devuelve a mi puesto de antes,

Mi lenguaje es mutismo, ausencia de palabras.

Mi cuerpo generoso, acusado desde el estrado.

Pongo el grito en el cielo y espero desde el

hormigón.

No será otro juez quien me restituya,

me libre, solícito, del frío y la penumbra.

Si alguien me rescata, será una mano

igual a la que me hirió primero.

Vida me supuso, y me dio,

para siempre, la mirada de otra persona.

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