Yo me visto por los pies
Escrito por: F.
Cuantos recuerdos me vienen este nuevo 24 de septiembre, día de la Virgen de La Merced, al escribir estas líneas.
Ya este día en prisión el desayuno es diferente, la comida, varias actividades son diferentes a las de todos los días y nos cambian la rutina diaria. Así que de todo corazón a disfrutarlo. Como una especie de consuelo a aquellos que la estáis pasando mal, les diré que estando muchas veces en situaciones muy duras, nació en mí una fe inquebrantable y descubrí que Dios está siempre a mi lado, como un amigo, como un hermano y desde ya les digo que Dios está a vuestro lado siempre, solo hay que sentirlo.
Y si ves que al salir en libertad no tienes donde ir a vivir, no tienes familia ni amigos, pues cursa una instancia para hablar con los voluntarios de Cáritas o de la Pastoral Penitenciaria, ellos de alguna manera te darán un mano seguro y como mínimo tendrás una visita al mes para hablar de lo que te haría falta y no tienes al salir de prisión. También puedes ir a misa y hablar con los capellanes, a los que también puedes ver cursando una instancia.
Todo esto se lo comento porque yo no sabía nada de toda esta buena gente, hasta que por casualidad pude contactar con los voluntarios de Cáritas, aprovecha esta oportunidad, sal de la rutina, ya tienes de esta forma un contacto con el exterior, prepárate que aquí fuera la cosa esta muy dura, apúntate a los cursos de Formación, a la escuela, ajedrez, no estés en el patio, no te sientas mas solo, nunca más ya lo sabes.
Para mi fueron casi 10 años, a pulso, sin permisos, sin peculio, sin visitas, lejos de mi país, pero ni las conducciones, ni lo módulos conflictivos, ni las peleas ni nada cambio mi esencia y gracias a esta buena gente, pude salir adelante. Y al igual que la Virgen de La Merced patrona de los presos, esclavos y quienes sufren de algún tipo de cautiverio, todas estas buenas personas están ahí para ayudarte.
Mi fe en Dios, no perder nunca la esperanza, no rendirme son parte de mi esencia y tanto dentro como fuera me busco la vida, acepto la mano tendida y camino por la calle sin cambiar de acera. Por todo esto puedo mirarte a los ojos y decirte que yo , me visto por los pies.