Mi madre
Con el frío de la madrugada
Se me escurren tus latidos
Como el aire que abraza tu cabello
Y vuelve a mí, tibio
Por entre mis dedos
Alrededor de tu cuello
Como tus palabras en sordina
Te siento palpitar, lejos
A través de una lluvia fina
Y al ritmo acelerado, me insinúa
Que deseas el contacto, que no me vaya
Y yo permanezco, arrimado a tu piel
A tus espasmos de placer, a ti
Que estas en flor, como la miel
Que aun tienes lo mejor
A ti, que eres mujer
Que no solo eres de ayer
Que también serás mayor
A ti, te quiero con ganas
Con las arrugas de mañanas
Con la epidemia del dolor
Cuando te peino las canas.
