Santa Clara

¡Oh, Santa Clara de Daule,

tu maja hospitalidad

asemeja la beldad

del terreno multicaule,

donde no vive el enjaule

sino la libre querencia

que, con afable paciencia,

siembra el diálogo dulzón,

alentando al corazón

alegrarse con cadencia!

 

Tus parroquias se recubren

de la bendita chochez,

reflejando candidez

para las musas que suben

a cantar la paz que cubren

con glorificado manto,

recibiendo un edro santo

en la siembra del arroz,

perpetuando alegre voz

por el grano que da encanto.

 Santuarioseñordelosmilagros

Y del mayúsculo río

brota la suave frescura,

con la venusta premura

de traer el plácido brío

para que todo gentío

se sienta maravillado

y presienta estar hadado

con melosidad afable,

palpando dicha agradable

en cual evo azucarado.

 

Fascina tu gastronomía:

a cualquiera satisface,

permitiendo dar enlace

hacia la campechanía,

pues, se palpa en demasía

el amor que te ornamenta

y bonito fundamenta

la notable Fundación

que con grata bendición

la prosperidad aumenta.

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