Ojo por ojo

Acabo de lanzar al mercado Talión, mi última novela, un thriller trepidante que narra la historia de una familia, los Yangüela-Marugán, cuyo padre es un emergente político conservador que, cosas del circo mediático, se convierte en abanderado nacional de la prohibición del velo islámico en España. En paralelo, su mujer recibe un inquietante encargo para ilustrar una novela violenta sobre Hammurabi. Tienen dos hijos: una joven rebelde de 18 años y un chico de 12.

Todos tendrán que enfrentarse a las amenazas y el acoso progresivo de Ismail Abdaluyah, un exconvicto, musulmán y asesino confeso cuyas motivaciones e intenciones constituyen uno de los enigmas principales del libro.

En cierto modo, junto a temas de gran actualidad e interés como el Islam, la religión más extendida del mundo; su lado oscuro: el fundamentalismo islámico, la reinserción social, el papel de las prisiones, la seguridad familiar y el descenso a los abismos en determinados procesos creativos, Talión es ante todo una historia que gira en torno a la venganza, su papel ancestral y su realidad social en nuestros días.

Desde que en 1800 a.C. Hammurabi puso las leyes por escrito e impulsó como criterio la Ley del Talión («ojo por ojo, fractura por fractura y diente por diente»), la venganza ha alcanzado en algunas sociedades cierto estatus de legalidad que ha llegado, incluso, a nuestros días.

Los principales textos sagrados —el Corán, la Torá y la Biblia— recogen en sus páginas este criterio, que en pleno siglo XXI se sigue aplicando como máxima, con reducidas variantes, en algún lugar de Europa. Sin ir más lejos, en Kosovo y el norte de Albania, donde el Kanun se ha transmitido verbalmente de generación en generación desde el siglo XV hasta nuestros días y sigue regulando las áreas de convivencia y devenir social de miles de personas.

Una vertiginosa intriga
llena de giros inesperados

Junto a principios elogiables como «el huésped es el rey» y «el hogar es inviolable», incluye la exigencia de ‘tomar la sangre’ de un miembro de su clan cuando alguien se ha cobrado la vida de un pariente. Solo un indulto negociado —que raras veces se produce— o el terrible encierro a cal y canto en la propia casa —que, según el código Kanun, es inviolable— libra a los miembros de las familias amenazadas de tan sangriento destino.

Esto está ocurriendo en nuestros días. La realidad supera, en no pocas ocasiones, a la ficción. Mi novela Talión se alimenta de ello y plantea, más allá de una vertiginosa intriga llena de giros inesperados, muchos más interrogantes de lo que parece.

* Nota de Redacción: El próximo lunes 19 de marzo, a las 19,30 horas, tendrá lugar la presentación de esta novela por su autor en la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés (Pº Independencia, Zaragoza)

Imprimir artículo Imprimir artículo Etiquetado como:

Comparte este artículo

Deja un comentario

Por favor ten presente que: los comentarios son revisados previamente a su publicación, y esta tarea puede llevar algo de retraso. No hay necesidad de que envíes tu comentario de nuevo.