Físicos y químicos en el teatro (4ª PARTE)
Teatro y química
Les Palmes de M.Schutz (Los méritos de Madame Curie), del novelista y actor francés Jean Nöel Fenwick, que obtuvo el premio Moliére en 1989, fue concebida como una comedia elogiosa con la ciencia, el progreso y la mentalidad positiva y abordaba en clave humorística la figura de Maria Sklodowska y sus colaboradores. Es la historia del trabajo en precario de los Curie en el destartalado laboratorio de Física y Química de París bajo la supervisión de su entrañable y competitivo director, el profesor Schutz. Fue traducida al italiano con el título Amore e Chímica y en Madrid la protagonizaron Amparo Larrañaga e Iñaki Miramón.
Claude Pinoteau la llevó al cine en 1997 con interpretación de Isabelle Huppert, Philipe Noiret, y Charles Bering. Participaron los Nobel franceses George Charpack y Pierre-Gilles de Gennes en papeles testimoniales de conductor de camión, George y de repartidor, Pierre- Gilles respectivamente. Se proyectó para escolares en la Universidad de Barcelona en 2009 y para los internos de los centros penitenciarios aragoneses de Daroca y Zuera dentro del programa Ciencia Viva para la cárcel, con motivo de 2011 Año Internacional de la Química.
En Química el mayor éxito ha sido para Roald Hoffmann, premio Nobel por sus teorías de simetría de los orbitales electrónicos de las moléculas y las investigaciones sobre los mecanismos de las reacciones químicas y Carl Djerassi, que contribuyó con Rosencranz a la aplicación de la progestina 9 como píldora anticonceptiva. Escribieron conjuntamente Oxygen, cuyo argumento gira en torno a la hipotética concesión del Nobel de Química retrospectivo por una sola vez. El comité decide que el descubrimiento del oxígeno es el hecho trascendental que abrió definitivamente el paso a la Química moderna y en consecuencia nomina candidatos a Joseph Prietsley, Carl Scheele y Antoine Lavoisier. Los tres químicos y sus esposas transitan por el espacio tiempo, pues se presentan ante el rey sueco en 1777 y discuten con científicos actuales en 2001. También se debate el propio concepto de descubrimiento, que se realiza en Química en varias etapas, pues no basta con aislar un cuerpo sino que hay que identificarlo y estudiar su naturaleza y propiedades.
Aunque la Ciencia y los científicos han sido frecuente fuente en que se ha inspirado la literatura, en pocas ocasiones como en Oxígeno tres químicos ocupan un papel central en el escenario. Se estrenó en 2001 en el Lyceum Theatre de San Diego y se ha representado con éxito posteriormente en Alemania, Italia y Gran Bretaña habiéndose realizado emisiones radiofónicas en varios países. En la Universidad Autónoma de México se estrenó en 2006 en castellano como lectura dramatizada y en ese mismo formato en Barcelona un año después y en la Universidad de Valencia en 2011. En Zaragoza estábamos preparados y con todos los requisitos técnicos para representarla más que dignamente, pero la crisis económica y otros factores lo impidieron. Félix Martín, que la iba a dirigir, ya puso en escena Los físicos con la compañía Luna de Arena en 1994.
De las obras reseñadas no todas se han estrenado profesionalmente en España, pero sí en algunos países de habla hispana como México y Argentina, con gran bagaje cultural y teatral. Nuestro retraso con respecto a los países anglosajones, Alemania, Francia e Italia en producción científica e investigación está en la misma escala que el interés por la relación ciencia-teatro.
Concluimos con palabras de Presas, “Ciencia y teatro son consideradas elitistas, seguramente con razón. La carrera científica va ligada a un gran sacrificio personal e intelectual. Por otra parte desde hace un tiempo se habla de la muerte del teatro. Si la combinación entre teatro y ciencia es oportuna y acertada para una comprensión más lúcida de la ciencia y el teatro por su parte adquiere nueva fuerza dramática, es algo que está por ver”.