Las suelas de mis zapatos
Escrito por: Domingo P. M.
Si algo pregonara con firmeza el recorrer de mis caminos eso serían, sin duda alguna, las suelas de mis zapatos. Concadenados desde mi infancia, se desgastaron conmigo, guiando burlones, con torpeza, mis primeros pasos.
Como pelotón sin espacio ni aire, apretados y doloridos, los dedos anduvieron hasta la iglesia de mi comunión. Con un uniforme marinero, prestado por un vecino, y el mismo calzado festivo que su hijo años antes llevó. Zapatillas de deportes desgastadas de tanto usar, recorrieron incansables peldaños de mi adolescencia, fantaseando que los boquetes servían para respirar, cordones raídos, espejo en el que mostrar su ajada presencia.
Por los talones desgastados se filtraba el agua de lluvia. En el invierno los calcetines calados se amparaban en mí, con el frío de enero las plantas pasaban penurias, los pies congelados buscaban verano y sobrevivir.
Fueron camaradas los mocasines de juventud, saltando de charco en charco e inseparables de un balón, en menos de dos o tres meses se desvanecía su flamante luz. Marcados por el destino, era su sino disipar su color. Fueron testigos mudos en los estribos de un caballo, que sin rumbo me arrastraron a un suburbio agotador, pisamos tierras turbias y claras.
Vestido con corbata, trajeado, presumidos, solían fascinar. Un día, sin mirar al horizonte, paso a paso llegamos a una prisión, y ahora prefieren estar agujereados y rotos, pero llenos de libertad, la que en el camino se quedó.
* 1º Premio categoría Microrrelato en el Certamen ”Picapedreros” de Poesía, Guión y Microrrelato 2018 para centros penitenciarios