Tercera prueba preparatoria
Escrito por: Sergio Q.
Afrontamos la tercera prueba preparatoria con algo menos de calor pero con la certeza de que resultará una jornada dura. En el grupo de hoy se integran, además de los profesionales, voluntarios e internos habituales, un monitor deportivo y un curtido cazador que nos hará de guía por esta tierra suya. Durante el primer tramo nos acompañará, también, un equipo de Aragón televisión.
Daroca, 22 de septiembre de 2011
Comenzamos la etapa con un adecuado calentamiento dirigido por nuestro preparador físico. La primera hora resulta cómoda por la llanura del terreno y por atender a la televisión. Después de confesar ante la cámara nuestras motivaciones y expectativas sobre el camino de santiago nos despedimos del equipo de grabación agradeciendo su interés por algo que, siendo tan cotidiano, llega a ser tan especial para cada uno de nosotros.
Ahora comienza la subida a las canteras. El camino pone a prueba nuestra resistencia y no dejaremos de ascender hasta llegar a la piedra de la lanza. Los grupos se juntan, se disuelven y se vuelven a formar utilizando todas las opciones posibles. Al observarlo nos damos cuenta de que todos perseguimos el mismo fin, que cada día que pasa somos más fuertes y, sin embargo, necesitamos más al compañero por ser parte de una piña indisoluble que conformamos todos.
Cuando hacemos cumbre queremos descansar pero nuestro guía nos apremia para descender y llegar hasta Retascón, un pueblecito donde nos refrescamos y nos sentamos en un parque para almorzar. Nuestro podómetro marca 9 Km.
El termómetro nos adelanta la temperatura que nos acompañará durante todo el día: 31 C. Proseguimos nuestra caminata disfrutando la agradable fragancia del bosque ibérico pero sufriendo sus abruptas pendientes.
Cada uno de nosotros quiere ir pero también
desea que puedan ir todos sus compañeros
Nuestro guía no nos da tregua hasta que completamos un nuevo ascenso donde encontramos los asadores de la BRIF. Paramos los minutos justos para refrescarnos por dentro y por fuera, llenar las cantimploras y continuamos la ruta. El día ha resultado soleado y bastante caluroso por lo que este tramo hasta parar a comer se nos hace difícil.
Descendemos los picos alcanzados, caminamos kilómetros por el pedregoso y seco lecho de un río hasta llegar al puente de hierro de la vega, cerca de Manchones, allí encontramos refugio en una arboleda donde comemos, hablamos, reímos y bromeamos -con una amargura interior- sobre quien no podrá hacer el camino. Cada uno de nosotros quiere ir pero también desea que puedan ir todos sus compañeros, es un dilema, aunque nos avisaron al hacernos la propuesta.
Reanudamos la marcha con dirección a Daroca con la promesa de sentarnos en una terraza para tomar un refresco. Así sucede y nos encontramos reunidos en torno a una larguísima mesa llena de ilusión, de cansancio por haber recorrido 29 Km. Y de alegría por compartir este proyecto.
Cuando llegamos al centro estamos muertos de cansancio, el monitor deportivo nos enseña cómo debemos hacer los estiramientos para evitar lesiones y minimizar las agujetas. Nos reúnen a todo el grupo para decirnos que con un esfuerzo suplementario por parte de Pastoral Penitenciaria y la ayuda adicional de Cruz Roja podremos ir todos al Camino de Santiago. La alegría nos embarga y casi se nos olvida el cansancio que arrastramos tras haber recorrido 32 Km.
Gracias Sergio por este árticulo tan majete!!!. Para mi compartir el tiempo con vosotros es un lujo!!. Fue un gran día!!