Escrito por: Mario N. Mira

Principios de marzo. Amaneció un claro día relumbrante y añil, con su dulce brisa escurridiza, muy singular para las fechas que eran. Abrió la ventana impregnada de un vaho chorreante, digno de haber estado la noche con cierto grado de humedad y pensó: “Qué día tan maravilloso para pasear”. Salió al verdoso prado y comenzó a caminar, respirando frescura y fragancia como si anduviera por la orilla del mar.

De pronto, con gran asombro y admiración, observó a lo lejos en lo alto de las tierras de labranza, una enorme bandada de aves migratorias. Escuadrilla con los cuellos alargados, sus plumas vivamente coloreadas, un tanto oscurecidas de tonos marrones las puntas, con claras marcas conspícuas en las alas y cola, sirviendo éstas para mantener unida la bandada. El grupo denotaba una verdadera jerarquía social con su peculiar formación, apreciándose claramente que esa ruta se presentaba larga, aún estando ésta jalonada con lugares de descanso y con apreciación de no ser éste el más propicio para ello, un vivaz aleteo despidiendo y desvaneciéndose a un mismo son de la zona invernal.

Qué día tan maravilloso
para pasear

Una dulce pasión lo arrebató, agazapándose a espaldas de un arbusto de azalea, con la intención de ver sin ser visto y así poder contemplar ese diminuto pero grandioso acontecimiento natural. Un cálido conjunto de notas únicas se manifestó con un efervescente sonar; canto utilizado por estas aves para mantener así el grupo cohesionado sin perder ningún detalle en su formación y el saber estar. Percibiendo el batir de unas alas llenas de fuerza con clara voluntad para llegar cuanto antes al destino final.

Cuando, de pronto, se oyó un estrépito y ensordecedor sonido. Comenzó a llover con furia, ávidamente, palideciendo así la maravillosa estructura ambiental, con un veloz y asustadizo movimiento de alzó escuchando -¡Vamos, las ocho, recuento!

Aquellas cuatro paredes de ladrillos con rejas, un nuevo día iba a comenzar. ¡Buenos días, mundo!

 * 1º Premio categoría Microrrelato en el Certamen ”Picapedreros” de Poesía, Guión y Microrrelato 2012 para centros penitenciarios