24 de abril

Hoy el día ha empezado con un conflicto en un hogar. Aquí es fácil que un matrimonio con hijos viva con la familia política y esto produce tensiones, malinterpretaciones y conflictos. Bueno, pues ahí nos ha tocado lidiar tempranico, por la mañana, cuando aún caían las últimas gotas de una tormenta que nos ha liberado por un día del polvo que levantan los coches y motos.

Luego, me he puesto a trabajar y a mosquearme con alguna gente de Abidjan que en vez de echarnos una mano, parece que les guste ponernos las cosas complicadas. La buena noticia del día ha sido Alexander porque el médico le ha dicho que la evolución es positiva y que probablemente el 4 le quitaran los hierros con los que le han inmovilizado la mandíbula. Sin embargo, en casa, Daniel no ha salido de su cuarto a causa de la malaria.

El viaje, el cansancio y la mosquita son una trinidad demoledora por estos lares. Por la tarde he ido a visitar a un niño al que le ha mordido un perro y por la noche les he echado una mano a los jóvenes que vienen a estudiar a casa. Aquí os mando alguna foto. Siento que tengo que dormir un poco más, así que hoy me voy antes a dormir. Buenas noches y dulces sueños.

25 de abril

La lluvia ha suavizado el color y se está más a gusto. La huelga de los profesores de la escuela pública mina aún más la moral de los alumnos y, sobretodo, de sus padres. Además aumenta la brecha entre la escuela pública y la privada porque estos siguen yendo a clase y tienen muchas más posibilidades de pasar los exámenes estatales porque habrán visto todo el temario.

Mientras a los chinos no se les ocurre otra cosa que dar una millonada de euros para construir un nuevo estadio para 60.000 personas. Lo utilizarán el día de la final de la CAN de 2023 creo. Ya se podrían esforzar un poco más en poner luz y agua corriente por todo el país. Hoy he ido a visitar a una familia del barrio pero he tenido que salir pitando porque tienen una niña de unos dos años que ha empezado a llorar y gritar nada más verme. No es mi culpa, si soy blanco. Me fabricaron así.

Luego, una chica ha venido a hablarme de sus dificultades. Su padre tiene un trabajo muy precario y su madre que tiene un pequeño restaurante hoy ha ganado en todo el día 2,5 €. Así que Karine, cada día se va a las 07 hs. al instituto y vuelve a las 17 hs.  sin comer nada en todo el día. Las lágrimas corrían por sus mejillas mientras me lo contaba. A menudo pide dinero a los vecinos para poder comer algo durante el día porque no puede esperar nada de su padre y su madre bastante tiene si consigue dar de cenar a toda la familia. Me duele mucho porque no es una excepción sino una situación más o menos generalizada que hoy le he puesto rostro. Buenas noches y dulces sueños.

26 de abril

Esta mañana ha sido muy bonito cuando Sandrine, una niña de unos nueve años ha venido a casa para saludarme. Luego me ha llevado a su casa, donde vive con su madre. Sandrine tiene 5 hermanos mayores que no son del mismo padre. Ella vino al mundo 15 años después. Sin embargo, el padre de Sandrine se desentendió de ella desde que cumplió los 4 meses. Su madre tenía un restaurante en Gagnoa y lo perdió todo en 2010 a causa del enfrentamiento entre los partidarios de Gbagbo y los de Alassane. Lo quemaron y tuvo que empezar de cero.

Abandonó hace dos años Gagnoa y se trasladó a San Pedro. Actualmente ayuda en un pequeño restaurante. Pero es su hijo el aprendiz de mecánico el que paga el alquiler del piso. Tiene muy poco dinero y todavía debe unos 100 € de la escolarización de los hijos. Tendremos que actuar. Por la noche, Sandrine casi me hace llorar. Estábamos viendo una película y había una imagen de unas mosquiteras y a mí se me ha ocurrido preguntarle: ¿duermes con mosquitera ? Y me ha respondido: “Mamá no ha comprado los clavos para colocarla“.

Buenas noches. Hay situaciones que son más duras cuando ves la sonrisa de esos niños que no son conscientes que no es justo padecer este tipo de situaciones. Dulces sueños.