Misión en México: Feliz 2023
Sábado 31 de diciembre
Han notado que últimamente, ya casi no les escribo. Son muchas situaciones dolorosas que he estado acompañando durante este año y hemos podido actuar en algunos casos para mejorar la calidad de vida de algunas personas gracias a su apoyo.
Por ejemplo, una familia indígena tseltal ahora vende Tortillas gracias al comal y al gas que les hemos procurado y tendrán para la operación de su niña de diez años, que ya lleva tres y si alcanza un poco más de peso tendrá una cuarta en enero o febrero.
Otra familia está siendo apoyada para los gastos por la leucemia de su niñito de apenas ocho años que, primero Dios, tendrá su trasplante de médula de uno de sus dos hermanitos en febrero.
Y otras situaciones que son pequeños milagros cotidianos que nunca saldrán en las noticias.
Ayer estuve platicando con una muchacha de 15 años. De los doce hasta los catorce estuvo viviendo en la calle. Su papá se ahorcó cuando ella tenía once años y su mamá, sumida en el alcoholismo les abandonó. Se quedó junto con sus hermanitos con su abuelita pero huyó.
Entró en el consumo de drogas y luego en el narcomenudeo. Ahora vive con su tío. Yo conocí a su abuelita y su hermana más chica y ayer estuvimos platicando. Impresionante que no derramó ni una sola lágrima y me contó barbaridades. Ojalá vuelva otro día y podamos estar cerca.
Hoy a las seis de la mañana dos motoristas robaron a una señora justo enfrente de nuestra casa. Como es el tiempo de la paga extra, llega el aumento de robos. Yo no me enteré de nada porque estaba dormido todavía.
Vivir en Las Granjas es eso, vivir al filo cada día. Ni modo. Al servicio de este maravilloso pueblo que, como en todas partes, tiene de todo. Que termine bien el año.
Les deseo un feliz 2023 y que podamos estar cerca de los que más necesitan apoyo y esperanza. Besos y abrazos.