Toros sí, toros no

Escrito por: Manuel Vázquez Díaz

El debate entre “taurinismo y antitaurinismo” se arrastra en nuestro país desde la época de la ilustración, justamente el momento en que empiezan a aparecer las formas que caracterizan el toreo a pie, el precedente directo de cómo conocemos actualmente las corridas de toros.

Los intelectuales se colocan en campos enfrentados, a veces con connotaciones inesperadas, unos en contra y otros adoptan una vehemente defensa de la fiesta. La división se prolonga a lo largo de dos siglos y llega hasta hoy, cada uno particularmente se posiciona indistintamente según sus creencias, su cultura y arraigo.  Los partidarios de los toros cuentan con el apoyo de filósofos, científicos, escritores, periodistas, humoristas, artistas, etc. pero los adversarios cuentan con un elenco similar en número y en calidad. Los primeros hablan de cultura y belleza, mientras los segundos, de protección y crueldad. Los primeros defienden la muerte épica del toro en un combate singular donde tiene oportunidad de matar a su enemigo (el torero), mientras los últimos condenan la tortura infligida al animal mediante los terribles instrumentos de la pica, las banderillas, el estoque y la puntilla.

El actual debate, particularmente en Cataluña, reúne todas las garantías democráticas. No basta utilizar, como arma arrojadiza, el hecho de que algunos de los que se oponen a la fiesta de los toros en Cataluña no lo hagan en nombre de la defensa de los animales, sino como excusa de una decepción identitaria que considera a los toros como algo extraño y separatista a la idiosincrasia catalana, incluso a costa de falsear la historia de España, olvidando la antigua tauromaquia (con un total transfondo político manifiesto), y el hecho de que haya sido Barcelona la única ciudad del mundo que contó con tres plazas de toros funcionando simultáneamente.

En multitud de pueblos y regiones se celebran
fiestas en que se maltrata al animal

Si bien debemos constatar que, en multitud de pueblos y regiones, se celebran fiestas relacionadas con el toro, no reguladas, y algunas muy cuestionables por la forma en que se maltrata al animal. En lo que va de este año estas fiestas han ocasionado 9 muertes en nuestro país, quizás sí deberíamos cuestionarnos la celebración de estas fiestas particulares o regionales y sobre todo regularlas con criterio.

Lo decisivo es dilucidar si la fiesta es lo suficientemente lesiva para la víctima como para justificar una actitud evidentemente política prohibicionista a ultranza, de que se decrete de modo absoluto la privación para el aficionado del goce estético único de este “arte al borde del abismo” que es identidad de nuestro país en el mundo y de la cultura de nuestros antepasados.

 

HABLA EL ALMA

No soy nada; nunca, seré nada.
No puedo ser nada, aparte de esto
“Tengo en mi todos los sueños del Mundo”
Ayudadme a ser hombre, no me dejéis ser
fiera hambrienta encarnizada., sitiada
eternamente. Yo, animal familiar con esta sangre obrera.
“Os doy la humanidad que mi corazón presiente”
Yo soy pues de este mundo y de estas
cosas que son y que me llevan…

“Y si soñamos, fue con realidades”

Donde hay dolor, hay suelo sagrado. Algún día la gente comprenderá lo que esto significa. Hasta entonces…

“NO SE ENTENDERÁ NADA”

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1 comentario

  1. Me gustaría aportar la opinión de Max Aub, intelectual, dramaturgo, ensayista y poeta, español de origen franco alemán, muerto en el exilio en Mejico, con respeto a esta polémica.

    La Gallina Ciega. 26 de Octubre de 1969:

    “…….. Los matadores no son cosa del otro mundo, pero cumplen con su oficio, serios y con conocimiento. No se aburre uno un segundo, son toros para lidiar y los lidian. No es la presencia de la muerte. Es el juego, el arte, la sabiduría, la inteligencia, la fuerza. La muerte siempre está en todas partes; suponer que anda en la punta de los cuernos de esos seis animales es querer olvidarse del mundo, de las pistolas, de las navajas, por no ir más lejos, y dejar en ridículo a tanta buena gente. Entran en juego el valor y la habilidad. ¿Qué más se puede pedir?¿Qué en el criquet no matan toros?. De acuerdo: los traen cortados, en coche, a la puerta de tu casa. Una verdadera carnicería.¿ Espectáculo de paises subdesarrollados? . Aceptemos que Sevilla sea un poblado inculto, sin historia, sin cultura, por español; ¿también Nimes o Arles?. No hay corridas en Norteamérica, tampoco en la India (por razones distintas) y menos en el Vietnam (lo digo porque estamos en 1969, que si no podía cambiar el lugar). No. Los varones de corazón sensible que piden que desaparezcan las corridas de toros para demostrar el adelanto de la cultura no saben de lo que están hablando. Que no les guste el espectáculo no prueba más que una falla de su inteligencia, de una parte de su cerebro. No me gustan las matemáticas, no las entiendo, no por eso pido que se supriman su eneñanza…….”

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