Con un nudo en la garganta y el nerviosismo por todo el cuerpo, hemos echado a andar hacia un túnel desde el cual sonaba una furiosa muñeira. “Esto ya está” recuerdo haberle dicho a Óscar mientras el grababa la secuencia con la cámara de vídeo. Y he recorrido esos pocos metros que nos separaban de nuestra meta como si la vida me fuera en ello.

Allí, tras doblar la esquina de la Plaza del Obradoiro, Don Ignacio se ha dado la vuelta y ha abierto sus brazos fundiéndose en un abrazo con Elena. Ninguno de nosotros ha podido aguantar más y le hemos imitado. Todo eran abrazos y felicitaciones, todo eran agradecimientos y reconocimientos, todo era tristeza por comprender que el viaje había terminado, y todo era ilusión por soñar con volverlo a hacer algún día.

Tras las fotos de rigor que dan fe de nuestra hazaña, hemos seguido el protocolo y acudido al Seminario para reunirnos allí con el resto de centros y diversas autoridades, durante el cual hemos hablado y dado gracias a los organizadores del evento para demostrar que esto merece seguir funcionando en el futuro.

Abrazados, nos hemos felicitado
y aplaudido por haberlo conseguido

Seguidamente hemos tenido la gran oportunidad de asistir a la Misa del Peregrino y haber sido testigos de excepción del Volar del Botafumeiro. Os prometo que en mi vida había visto algo tan sobrecogedor como eso, y nos las hemos arreglado para grabarlo para que todos tengáis una idea aproximada de lo que representa. Poco antes, he tenido la oportunidad de sincerarme con una persona que he conocido en el camino y de pedirle al Santo por mis abuelos.

Algun día, cuando las fuerzas me fallen y haya hecho todo lo que quería hacer en mi vida, podré contarles a mis nietos que allí, en un lugar de la Plaza del Obradoiro, bajo el cielo gris de Galicia y rodeado de personas maravillosas, es donde he llorado.

Mando un gran beso para Marisol, por ser diferente a todo lo demás. Saludos también de Jhorkelin, Toni, Óscar, Sergio, Panadero, Julio para todas las personas que ellos quieren. También de Fran para Alexandra, la abuela y todos los demás.

Ahora nos vamos a dormir después de haber pasado una maravillosa tarde por las calles de Santiago acompañados por una guía de excepción Eva, colaboradora de pastoral y que se encuentra por estas tierras, ha sido una forma muy original de conocer alguno de los lugares mas emblemáticos de esta ciudad.

Mañana madrugaremos y abandonaremos estas tierras que hemos estado pisando estos 5 cortos días, pero siempre mantendremos nuestro saludo de BUEN CAMINO PEREGRINOS.