Manuel Toharia

Escrito por: Redacción

Físico (especializado en Física del Cosmos). A partir de 1980 dirigió y presentó diversos programas culturales y científicos en TVE, donde trabajaba como redactor científico y “hombre del tiempo” desde 1971.

Fundador de las revistas MUY INTERESANTE  y CONOCER. Ha escrito 32 libros de divulgación científica y recibido numerosos premios y reconocimientos.

Actualmente es Director Científico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.

¿Cómo llega un licenciado en Ciencias Físicas al periodismo?

De una manera bastante extraña. Yo había ganado en 1969 las oposiciones al Servicio Meteorológico Nacional (hoy Agencia Española de Meteorología) y en mi calidad de meteorólogo fuí contratado por TVE para comenzar un espacio sobre el tiempo en los telediarios de la noche, y al mismo tiempo para escribir artículos de divulgación en el periódico vespertino de Madrid llamado INFORMACIONES. Luego poco a poco fuí enganchándome al periodismo, siempre especializado en cosas de ciencia, tecnología y medio ambiente, y así fue cómo en 1976 pedí la excedencia como funcionario y me dediqué ya plenamente a la comunicación.

El científico se hace. Es decir, para ser
científico hay que estudiar, y mucho

¿Un científico nace o se hace? ¿Hubo en su familia algún científico o persona con inquietudes que le influyó en esa dirección?

El científico se hace. Es decir, para ser científico hay que estudiar, y mucho. Es cierto que muchas personas se atragantan con las matemáticas, la física, la química, la biología… Son asignaturas fascinantes, pero me temo que no se enseñan demasiado bien. En mi caso, recuerdo en el colegio un profesor de física y química maravilloso, de ésos que te fascinan con lo que explican y hacen en clase.

Y en mi familia no había científicos; un abuelo mío, al que no conocí porque murió antes de nacer yo, fue médico. Mi madre comenzó a estudiar Químicas pero llegó la guerra y nunca pudo seguir. Y mis hermanos son todos de letras. Eso sí, mis dos hijos mayores son doctores en físicas y en matemáticas. Mi hija, que es la tercera, es doctora pero en filología…

Durante su disertación en Daroca¿Recibió alguna protesta o reclamación por un pronóstico erróneo que dio usted   como “hombre del tiempo”? Cuéntenos alguna anécdota divertida que recuerde de esta fase profesional suya.

Anécdotas tengo muchas. Y no todas son divertidas; en general, cuando más críticas recibía era en mi propia casa. ¡Ay de mí si decía que el fin de semana iba a hacer buen tiempo y luego llovía! Mi mujer siempre fue comprensiva, pero mis hijos eran inexorables. Es más, antes sus amigos, a veces incluso renegaban de su padre. Con todo, ahora nos llevamos muy bien, que conste; y tengo en total siete nietos, y los adoro.

La peor anécdota es una denuncia de la asociación de hosteleros de Galicia, que decían que yo estaba pagado por los hosteleros del Mediterráneo (¡yo, que vivía en Madrid!) para decir que en Galicia siempre llovía y en la costa mediterránea no. Tuve que demostrar con datos estadísticos que en Galicia sí llueve mucho más; pero el susto me lo llevé. ¡Yo, denunciado por corrupto… del tiempo!

Decían que yo estaba pagado por los hosteleros del Mediterráneo
para decir que en Galicia siempre llovía

¿Puede un científico objetivo permitirse el lujo de creer que hay algo más allá de la Ciencia? ¿Es la “verdad científica” la única y absoluta?

Los científicos no creen nada. Son otros los que afirman cosas sin prueba. Los que dicen que hay verdades únicas y absolutas; por ejemplo, la existencia de Dios, jamás probada, o del alma, o de la vida eterna, o de los ovnis, o de lo que sea. La ciencia lo único que tiene claro es que lo que sabe lo sabe… mientras no se demuestre lo contrario, con pruebas mejores que las anteriores. Sólo así hemos sido capaces de hacer volar un avión; y vamos a América en aviones, no montados en escobas por mucho que uno crea que las brujas lo hacen.

La verdad científica siempre es relativa, nunca absoluta; ¿cómo va a ser única y absoluta? Eso es la religión, no la ciencia.

En Daroca¿Qué opinión le merece la proliferación actual de astrólogos, adivinos o futurólogos? ¿Detecta una cierta falta de confianza popular en la Ciencia o, simplemente, cree que es fácil engañar al ser humano?

Son bobadas, actividades engañosas y falsarias. No habría tanto engañabobos si no hubiera tantos bobos que engañar.

Y eso se arregla con cultura científica; con todo, es verdad que el ser humano es muy fácil de engañar. Basta con meterle miedo con algo, por falso que sea.

Explíquenos, de un modo breve y sencillo, qué son las “emisiones de gases de efecto invernadero”, de las que todo el mundo habla? ¿ en qué medida pueden afectarnos a nosotros y nuestros hijos? ¿Es cierto que desaparecerán parte de las playas del Mediterráneo (como la Manga del Mar Menor en Murcia), como consecuencia de la subida del nivel del mar?

Los gases de efecto invernadero son los que permiten que la atmósfera esté más caliente de lo que debería estar en función de su distancia al Sol. Esencialmente, el 90% de ese efecto se debe al dióxido de carbono y al vapor de agua. Si ahora al quemar carbón y petróleo al por mayor aumentamos esos gases, tememos que el aire se caliente más de lo debido. Un clima más cálido podrá tener ventajas e inconvenientes, pero si el cambio es muy rápido, quizá sea complicado adaptarse a él, y eso es lo que se teme.

Lo del Mediterráneo está por ver; el agua se dilata y sube más cuando se calienta, pero también se evapora más. O sea que a lo mejor no sube el nivel del mar caliente que es el Mediterráneo sino que baja algo. Pero siempre habrá playas…

Manuel Toharia, Picapedrero de Daroca (al fondo, Miguel Carreras)¿Quiénes son más catastrofistas: los medios de comunicación, los ecologistas o los que quieren obtener un rédito político?

En esto del cambio climático hay que tener mucha racionalidad: una cosa es lo que sabemos, que es preocupante aunque no dramático hoy por hoy; otra lo que todavía ignoramos, que es mucho. Y otra lo que predecimos, porque eso engendra temores varios. Lo que ignoramos hay que investigarlo, y en eso está la ciencia. Lo que predecimos, lo predecimos con mucha incertidumbre. Es decir, no lo sabemos bien; puede ser menos grave, o al revés, más grave de lo que se dice.

En cuanto a lo que tememos, se oyen muchas tonterías… Lo esencial es qué podemos hacer hoy. Por si acaso, en todo caso hay que reducir nuestros consumos de carbón e hidrocarburos, potenciando el ahorro, la eficiencia y las energías renovables.

Y, ya para terminar, dénos, por favor, un pronóstico para este verano, y no nos diga que va a hacer “un sol de justicia”.

No se puede saber el tiempo que va a hacer a un plazo superior a ocho o diez días. Si alguien predice “científicamente” el tiempo del próximo verano es un cuentista. Ahora bien, seguro que habrá sol de justicia, porque eso lo hay siempre en España.

Muchísimas gracias. Ha sido un placer y un honor haberle conocido.

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1 comentario

  1. Excelente entrevista a uno de nuestros mejores comunicadores de la ciencia y buen amjgo

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