Yo me lo guiso y yo…
Escrito por: Juan Palomino
Me encontraba yo disfrutando de un merecido permiso en mi, se me antoja, ya dilatada estancia en Daroca, cuando mientras navegaba por mi internet ignoto recibí un correo que me llamó rápidamente la atención.
Y, tras leerlo, pensé que si esas eran las reclamaciones, era de suponer que las premisas contrarias a ellas se llevaban y se llevan realizando en nuestro país desde años ha. Impresionante.
Pero ya sin más preámbulo os enseño el citado correo electrónico, que enmarcaba un llamamiento a todos para dar apoyo a una iniciativa legislativa popular que, en concreto, proponía lo siguiente:
Ley de Reforma del Congreso de 2012(enmienda de la Constitución de España) 1. El diputado será asalariado solamente durante su mandato. Y tendrá jubilación proveniente solamente por el mandato realizado. 2. El diputado contribuirá al Régimen General de la Seguridad Social como el resto de ciudadanos. El fondo de jubilación del Congreso pasará al régimen vigente de la Seguridad Social. El diputado participará de los beneficios del régimen de la Seguridad Social exactamente como todos los demás ciudadanos. El fondo de jubilación no puede ser usado para ninguna otra finalidad. 3. El diputado debe pagar su plan de jubilación, como todos los españoles. 4. El diputado dejará de votar su propio aumento de salario. 5. El diputado dejará su seguro actual de salud y estará sujeto al mismo sistema de salud que los demás ciudadanos españoles 6. El diputado debe igualmente cumplir las mismas leyes que el resto de los españoles 7. Servir en el Congreso es un trabajo, no una carrera. Los diputados deben cumplir sus mandatos (no más de 2 legislaturas) y luego reincorporarse a la vida laboral previa a su etapa de Servicio Público, si la hubiere, si no, al paro. 8. Reducir al menos un 30% el número de componentes políticos de las instituciones. (concejales de ayuntamiento, diputados nacionales, diputados regionales, etc). 9. Eliminar instituciones obsoletas o duplicadas: senado, diputaciones provinciales. 10. Reducir un 50% el número de asesores de cargos políticos, así como limitar racionalmente sus retribuciones.
Para ilustraros un poco sobre mi persona, he de decir que mi historial penal es breve y tardío. Soy lo que se dice un delincuente” de cuello blanco”, es decir, un antiguo socio de una empresa que falseó algunos papeles y metió la mano donde no debía y a desmano. Perjudiqué a algunos, a quienes pedí perdón inmediatamente y procedí por su restitución económica ( esta no era muy cuantiosa). Yo nunca tuve vocación de robar, por lo que lo hice mal, por poca cosa y encima me trincaron.
Sin embargo el hecho de ser yo tan desastre y escasamente dotado para el trinque no merma mi capacidad de asombro y deleite ante quienes consiguen realizar grandes obras maestras del trinque y no ser trincados. Todos recordamos algún caso: El asalto al tren de Glasgow, el Centro de Diamantes de Amberes, el de la joyería Harry Winston de París o el furgón blindado con el que se fugó ‘El Dioni’ forman ya parte de la enciclopedia de oro de los hurtos más sonados de la historia.
Sin embargo, todos ellos enmudecerían de asombro ante el caso que nos ocupa. Auténtica obra maestra insuperable por su inteligencia, brillantez y perspicacia. Pues realmente el tipo injusto perfecto es aquel que no es delito, pues es perfectamente legal. Yo me lo guiso y yo me lo como, Juan Palomo.
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